sábado, 10 de noviembre de 2012

 ELLA

Lozana, altiva,
mira altanera
desde arriba;
si la tratas,
siempre es compañera.
Sus palabras tienen
carne y vida. Un toque
de sal y de pimienta. Ironía.
Su punto débil: los sentimientos.
Si los hieres, grita, brama,
se enfurece. Arremete.
Si la acaricias, canta, se estremece.
Su cuerpo, un repicar de campanas.
Llora de alegría.
Del hontanar de su alma
brota un manantial de luz por sus ojos
que irisa su mirada.
Su rostro ríe, llora y ama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario